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El Ayuno, Un Escudo Contra Shaitán





Abú 'Ubaidah (radialláhu 'anhu) narra que: "Oí a Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) que decía: "El ayuno es un escudo que le protegerá mientras no lo arroje".

Comentario 
"Escudo" se refiere aquí a una cubierta que el hombre puede usar para protegerse a sí mismo contra los ataques de su infame enemigo shaitán. En otro hadith se nos ha dicho que "ayunar nos salva del castigo de Alláh Tá álá en la otra vida". Un hadith señala que el ayuno "nos salvará de Yahannam." Alguien preguntó a Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) acerca de que cosas rompían el ayuno, dijo: "Mentir y murmurar acerca de quienes están ausentes."
 
Cuando se lee este hadith junto con muchos otros, se entiende que nos dice que abandonemos estas acciones, pues nos hacen perder nuestro ayuno. Somos muy aficionados a dejar pasar el tiempo del ayuno por causa de conversaciones innecesarias. Algunos 'ulamá son de la opinión que, mentir, difamar y andar con murmuraciones, rompen el ayuno del mismo modo que comer o beber, aunque la mayoría de los sabios opinan que no lo rompe, pero si lo priva de sus bendiciones.
 
Los masháij han enumerado seis cosas con las que hay que tener mucho cuidado mientras estamos ayunando.
 
Primero, debemos apartar nuestra mirada de donde no esta permitido mirar. Incluso han señalado que ni siquiera debiéramos de mirar a nuestra propia esposa con deseos. Por lo que, con mayor razón debiéramos de cuidarnos de mirar a otras mujeres que no son nuestras esposas. Igualmente debemos evitar mirar hacía aquellos lugares donde se comete el mal. El Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "La mirada perversa es una de las flechas del shaitán, cualquiera que tenga temor de Alláh que se prevenga a sí mismo de mirar hacia el mal. Alláh Ta'álá le concederá un imán, cuya dulzura y éxtasis se sienten en el corazón." Los 'ulamá de Tasauwuf interpretan esto como escenas que se debe evitar de mirar, y de lugares y cosas que distraigan nuestra mente del recuerdo de Alláh Ta'álá.
 
Segundo, debemos cuidar nuestra lengua de usarla para mentir, hablar innecesariamente, andar con murmuraciones, discutir y maldecir. En Bujári leemos que ayunar es un freno para quien ayuna, por esta razón quien ayuna debe evitar las conversaciones frívolas, las bromas y las discusiones, si alguien entra en una discusión, debe decir: "Estoy ayunando". En otras palabras, uno no debiera comenzar una discusión y en caso de que sea otro quien la inicie, debe evitarla. Cuando la persona que inicia una discusión es alguien sensato se le dirá: "Estoy ayunando". Por otro lado, uno debe ser especialmente cuidadoso acerca de las murmuraciones y de decir mentiras pues, de acuerdo a la opinión de algunos sabios, estas rompen el ayuno, tal como fue mencionado antes en este texto. Durante el tiempo de nuestro Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam), dos mujeres estaban ayunando y comenzaron a sentir tanta hambre que no pudieron sostener su ayuno y estuvieron a punto de morir. Los sahábah (radialláhu 'anhum) le avisaron al Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam) quien les envió un cántaro y les ordenó que vomitasen dentro de él. Cuando vomitaron, vieron que había pedazos de carne y sangre fresca en el recipiente. Los sahábah (radialláhu 'anhum) se sorprendieron por ello y el Profeta Muhammad (sallalláhu `aleihi wa sallam) dijo: "Ellas ayunaron y evitaron comer comida halál de Alláh y en su lugar comieron harám debido a haber estado murmurando sobre otras personas."
 
Otro punto que se desprende de esto es que, debido a las murmuraciones, el ayuno se vuelve mucho más difícil de llevar. Por esta razón ambas mujeres estuvieron a punto de morir. Un caso similar es el de otros actos pecaminosos. La experiencia nos muestra que la gente piadosa que tiene temor de Alláh Ta'álá, no sienten ningún efecto adverso por causa del ayuno, mientras que la gente pecadora siente gran dificultad en él. Si se desea facilitar el ayuno, entonces hay que abstenerse de pecar y, especialmente de andar hablando de la gente a sus espaldas.
 
Alláh Tá álá dice en el Corán que las murmuraciones son igual que comer la carne de nuestro hermano. Encontramos lo mismo en un hadith. Una ocasión Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) vio a un grupo de personas y dijo: "Mondaos los dientes", a lo que ellos respondieron: "No hemos comido nada hoy", Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "La carne de cierta persona está pegada en vuestros dientes". Lo que quería decir es que ellos estaban hablando de alguien que no estaba presente. ¡Que Alláh Ta'álá nos proteja de ello! pues somos poco cuidadosos al respecto. Todos somos culpables de esta falta, incluso entre los sabios y la gente religiosa aparece este mal. Lo peor es el hecho de que a menudo lo que hablamos de nuestros hermanos no lo consideramos como murmuraciones, de hecho, cuando alguien siente que ha estado murmurando acerca de otros, oculta este pecado llamándolo "un relato de hechos."
 
Uno de los sahábah preguntó a Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) ¿Qué es murmurar a espaldas de alguien?, Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam) dijo: "Decir algo acerca de tu hermano que le desagrada, cuando él no está presente", entonces este compañero le preguntó: Y ¿Sería murmuración si lo que se dice acerca de él es algo cierto?" El Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "En ese caso es ciertamente murmuración y si él no es culpable de lo que se dice, entonces se trata de una calumnia".
 
Una vez Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) pasó donde había dos tumbas y dijo: "Ha descendido el castigo sobre los moradores de estas dos tumbas. Uno de ellos está siendo castigado por andar con murmuraciones a espaldas de la gente y el otro por no tener cuidado de asearse correctamente después de orinar".
 
Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Hay más de setenta tipos de maldad en la ganancia a través de los intereses (ribá), el menor de ellos equivalente a haber cometido incesto con su propia madre, y obtener un dirham de ganancia por causa de los intereses, es peor que haber fornicado treinta y cinco veces". La peor y más malvada forma de ganar intereses es humillar a un musulmán. En el hadith hemos sido advertidos contra hablar mal de la gente y deshonrar a otros. Yo quisiera poder citar muchos ahádith acerca de este asunto, puesto que es bastante común que nuestras conversaciones estén llenas de este tipo de conductas. Sin embargo, he decidido no hacerlo pues, en realidad, el tema aquí es otro. Habiendo revisado estos pocos ahádith, nuevamente hago du'á para que Alláh Tá álá nos mantenga alejados de estos males, y pido de mis hermanos y amigos que rueguen por mí pues todos estamos llenos de faltas interiores.
  
"ORGULLO YARROGANCIA,
IGNORANCIA YNEGLIGENCIA,
DISGUSTO YMALICIA,
MALOS PENSAMIENTOS,
MENTIRAS Y ROMPER LAS PROMESAS,
ODIO Y OSTENTACIÓN,
MURMURACIONES YRENCOR.
QUÉ ENFERMEDAD HA Y
¡OH Alláh! QUE NO ESTÉ EN MI,
CÚRAME DE TODA ENFERMEDAD
YALIVIA MIS NECESIDADES,
OMPENZAS DEL AYUNO
CIERTAMENTE TENGO UN CORAZÓN AFLIGIDO,
CIERTAMENTE Tú ERES QUIEN SANA A LOS ENFERMOS."
 
La tercera cosa, es que quien ayuna debe ser muy cuidadoso de proteger sus oídos de los asuntos repudiables sobre los que no se debe hablar. Es harám decir o escuchar cualquier cosa que no debiera de ser dicha. Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo que murmurar a espaldas de alguien es lo que hace tanto el que murmura como el que escucha sus murmuraciones.
 
Cuarto, el resto del cuerpo debe apartarse del pecado y el mal. Ni siquiera puede ser tocado con las manos, ni los pies pueden encaminarse hacia el mal. Se debe ser especialmente cuidadoso en el tiempo del iftár. No debe entrar en nosotros ningún alimento acerca del cual nos quepa una duda sobre si es harám. Cuando una persona ayuna, y rompe su ayuno comiendo harám, actúa igual que un enfermo que toma medicinas para sanar y al mismo tiempo toma el veneno que lo destruye.
 
Quinto, después de haber ayunado, no es recomendable llenar el estómago completamente aunque se esté comiendo halál en el iftár, pues esto es perder el sentido del ayuno. El ayuno junto con disminuir nuestros deseos carnales, también fortalece nuestras cualidades angelicales e incrementa la iluminación del alma. Durante once meses hemos estado comiendo y bebiendo, que daño podría haber en comer menos durante un solo mes.
 
Nosotros tenemos la mala costumbre de llenarnos de comida durante el iftár por todo lo que no comimos durante el día, y en el suhúr por lo que no comeremos, esto en realidad incrementa nuestro consumo promedio de comida. Muchas cosas que durante tiempos normales no comemos, se consumen durante Ramadán. De hecho, es durante este mes cuando más desarrollamos este mal hábito.
 
El Imám Gazáli (rahmatulláhi 'aleihi) hizo la siguiente pregunta: "¿Si el propósito de ayunar es vencer las tentaciones de Iblis y a nuestras pasiones carnales, cómo podría lograrse esto si se come excesivamente durante el iftár y se pierde el objetivo de ello?".
 
En realidad lo que hacemos es cambiar el horario de comida y no nuestra ración de ella. Mas aún, tenemos delicias que usualmente no vemos fuera de Ramadán y mucha gente se ocupa de preparar comidas especiales para este mes. Lo que efectivamente ocurre, es que terminamos comiendo aún más que en épocas normales. El resultado es que en lugar de reducir nuestros apetitos carnales, lo que hacemos es aumentarlos. El verdadero beneficio de ayunar es sentir hambre en su verdadero espíritu. El ayuno posee varios beneficios y virtudes para este mundo como observancia de la shari'ah que es su principal objetivo. Nuestro Profeta (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Shaitán fluye a través del cuerpo del hombre al igual que la sangre, cerrad este camino a través del ayuno". Todos los miembros son alimentados espiritualmente cuando el cuerpo es mortificado por el hambre y cuando el cuerpo se llena, los miembros son mortificados espiritualmente.
 
Otro objetivo del ayuno es permitirnos experimentar la situación de los pobres y necesitados y así crear un sentimiento de compasión hacia ellos. Esto sólo se puede lograr sintiendo hambre y no por llenar tanto el estómago de deliciosa comida en el suhúr, de modo que no se vuelva a sentir hambre hasta el momento del iftár. Sólo se igualará con los pobres, cuando se experimente y se sienta el sufrimiento del hambre.
 
En cierta ocasión, una persona fue hasta Bishr Háfi (rahmatulláhi 'aleihi) y le encontró temblando de frío a pesar de tener junto a él ropas abrigadoras, le preguntó si acaso era tiempo para quitarse las ropas a lo que él respondió: "Hay muchos pobres y necesitados y yo no soy capaz de compadecerme de ellos, lo que más puedo hacer es ser como ellos". Los 'ulamá de Tasauwuf y los sabios (fuqahá) sostienen que la misma debe ser nuestra actitud hacia el ayuno. En el "Marágil Faláh" (libro de jurisprudencia) está escrito: "No comas demasiado en el suhúr como lo hacen los ricos, porque esto es perder el objetivo de ayuno." ‘Allámah Tahtáwi (rahmatulláhi 'aleihi) escribió: "Aguantar las angustias del hambre, aumenta la recompensa", del mismo modo se desarrolla un sentimiento de compasión hacia los pobres y los hambrientos."
 
El Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo que: "A Alláh Ta'álá no le desagrada tanto que algo se llene hasta los bordes como le desagrada que se llene el estómago". En otro hadith Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Unos cuantos bocados son suficientes al hombre, para mantenerse de pie". Si a alguien le agrada comer, no debiera de sobrepasarse. La cantidad óptima es que un tercio de estómago se llene de comida, un tercio de agua y el resto que permanezca vacío. Después de todo debió de existir una razón para que Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) haya ayunado por varios días sin comer nada entre ellos. Yo he visto a mi profesor Jalil Ahmad (rahmatulláhi aleihi) comer un poco de pan casero en el suhúr y en el iftár durante todo el mes de Ramadán, cuando alguno de sus cercanos le presionaba para que comiese más, él respondía: "No tengo hambre, en realidad estoy sentado solamente para estar con mis amigos".
 
He escuchado, que el Sheij Sháh Abdurrahim Raipúri (rahmatulláhi 'aleihi), durante el mes de Ramadán solía ayunar por días enteros y tomar sólo un vaso de té sin leche al suhúr y en el iftár. Una vez, su seguidor más cercano le dijo con mucha ansiedad: "Usted se va a poner muy débil si no come algo", a lo que el Sheij le respondió: "Alhamdulilláh, yo estoy sintiendo algo del éxtasis del Yannah".
 
¡Quiera Alláh Ta'álá concedernos el que seamos capaces de seguir a estas piadosas personas! Ámin.
 
“LA GENTE RICA NO SABE
QUE EL ESTOMAGO LLENO DE UNA PERSONA,
ESTÁ VACÍO DE SABIDURÍA.”
 
El sexto punto es que después de haber ayunado, debemos sentir temor y preocupación acerca de si nuestro ayuno fue aceptado o rechazado por Alláh Ta’álá. Esto debiera aplicarse a todas nuestras ‘ibádát, que no haya en ellas alguna falta o pecado que haga que Alláh Ta'álá rechace nuestras obras. Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam) dijo: "Muchos son los recitadores del Corán que serán desgraciados por el propio Corán"; y dijo también: "En el Día del Qiyámah, uno de los primeros a quienes Alláh Tá álá va a pedir cuentas será a un mártir al que le preguntará acerca de las bendiciones que le concedió y que éste reconocerá. Luego Alláh Ta'álá le dirá: ¿Yde qué modo agradeciste por ellos?", él le responderá: "¡Yo luché en tu camino hasta que fui mártir!". Alláh Ta'álá le responderá: ¡No es cierto! ¡Tú luchaste para que la gente dijera de ti que eras un hombre valiente y así fue dicho!". Luego ordenará que su cara sea puesta en el suelo y sea arrojado en Yahannam. Un sabio será llamado entonces y también se le hará recordar acerca de los favores que Alláh Ta'álá le concedió y se le hará al respecto la misma pregunta, a lo que él responderá: "¡Oh Alláh! Me esforcé por alcanzar el conocimiento, enseñarlo a otros y recitaba el Corán para Ti". Alláh Ta'álá le dirá: ""¡No es cierto! ¡Tú hiciste todo aquello para que la gente dijera de ti que eras un sabio y así fue dicho!". Luego también se ordenará que su cara sea puesta en el suelo y que sea arrojado en Yahannam. Finalmente un hombre rico será llamado y Alláh Ta'álá le recordará acerca de los favores que le fueron otorgados, éste también los reconocerá y se le hará también la misma pregunta que a los otros dos, a la que responderá: "¡Oh Alláh! di en caridad por Ti en cada causa digna que encontré". La respuesta de Alláh Ta'álá será: "¡No es cierto! ¡Tú hiciste todo ello para que se dijera de ti que eras un hombre generoso y así fue dicho!” . Luego ordenará que su cara sea puesta en el suelo y que sea arrojado en Yahannam." ¡Quiera Alláh Ta'álá salvarnos de ello! Ámin.
 
Este es el resultado de una intención mal dirigida. Existen numerosos ejemplos en los ahádith al respecto. La persona que ayuna, debe estar siempre pendiente de su intención, y de que ésta no sea adulterada. También debe hacer du'á constantemente para que Alláh Ta'álá acepte complacido sus obras. Se debe tener presente que el temor de que nuestras acciones no sean aceptadas es una cosa, pero otra es tener y mantener la esperanza en la Infinita Gracia y Misericordia de Alláh Ta'álá. Este último aspecto de la Gracia de Alláh Ta’álá es único. A veces Él convierte las obras malas en dignas de recompensa (cuando son seguidas por buenas obras). Estas seis cosas son obligatorias para todas las personas rectas.
 
“LAS COSAS BELLAS,
LA ELEGANCIA Y EL BAILE
NO SON LA EXCELENCIA.
HAY OTRAS FORMAS DE BELLEZA
QUE NO PUEDEN SIQUIERA SER NOMBRADAS.”
 
Para personas especialmente piadosas se agrega un séptimo punto. Durante el ayuno, el corazón no debe volcarse hacia nada que no sea Alláh Ta’álá, hasta tal punto de no preocuparse ni siquiera de si habrá algo para comer en el iftár. Algunos sabios consideran que incluso pensar en la comida para el iftár es una falta, lo mismo que pensar en esforzarse por obtener algo de comida, pues esto significaría una falta de confianza en la promesa de sustento dado por Alláh Ta'álá. En el comentario sobre el "Ihyá 'Ulúmud-Din", el autor menciona acerca de algunos masháij, que si algo del iftár llegaba antes del tiempo de iftár, entonces era arrojado por temor a que el corazón se fijase en la comida por el resto del día, lo que reduciría la confianza en Alláh Ta'álá. Por supuesto que esto sólo puede ser practicado por personas excepcionalmente piadosas, cuya fe ni siquiera podemos imaginar tener. Si tratásemos de seguir esto podríamos destruirnos a nosotros mismos.
 
Respecto del versículo que aparece en el Corán: "El ayuno ha sido ordenado para vosotros". Los comentaristas del Corán han dicho que el ayuno se hace obligatorio para cada parte del cuerpo. Así, ayunar con la lengua significa abstenerse de mentir, murmurar, etc., ayunar con los oídos significa no escuchar al mal, ayunar con los ojos significa no mirar hacia lo malo y pecaminoso.
 
Del mismo modo el ayuno de sí mismo significa apartarse de la codicia y de todos los deseos carnales. El ayuno del corazón significa apartarse del amor hacia las cosas mundanas. El ayuno del rúh (alma) significa abstenerse en este mundo de los placeres de la otra vida (ájirah). El ayuno de la mente significa evitar los pensamientos de otro ser, excepto Alláh Ta'álá.



Fuente:www.nurelislam.net

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