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El correcto proceder (adab) al comer


Allah, exaltado sea, perfeccionó el comportamiento de los seres, creó la tierra y los cielos, hace descender el agua dulce desde las nubes con la que extrae los granos y los vegetales. El determina puntualmente la provisión y el alimento de todos los seres, y con el sustento preserva a la vitalidad de todo lo viviente. Con manjares exquisitos posibilita nuestros actos de obediencia a El y las buenas obras. ¡Gracias sean a El cada momento! 
En tanto que la meta de los que tienen esencia, los seres espirituales, es el encuentro con Allah, exaltado sea, en la mansión de la Recompensa eterna, y en tanto que no existe ningún camino para llegar a encontrar a El sino es a través del conocimiento y la acción, no es posible aplicarse a ello sino con un cuerpo sano. Pero no se produce la salud del cuerpo sino a través de los alimentos y los sustentos, consumiendo de ellos con el paso del tiempo en la medida de nuestra necesidad. En este aspecto dijeron algunos ancestros: “Indudablemente la comida es parte de la vida buena (Din)”. Y sobre ello nos llama la atención el dicho de Allah, exaltado sea:
            ¡Comed las cosas buenas y haced el bien! (23:51). 
            He aquí, pues, que nosotros somos de los que buscamos y transmitimos los deberes de la vida buena en cuanto a la comida, sus asuntos obligatorios, y su proceder espiritual correcto. 
Consiste en cinco cosas. Primero, que la comida sea, aparte de lícita en sí misma, buena en cuanto a los medios de su adquisición, y que esté de acuerdo a la Sunnah o práctica profética y al temor consciente. Que no se haya adquirido por medio de algo detestable a las disposiciones del Islam, ni a causa de falsedad y traición al Din o vida buena. Allah, exaltado sea, ordena comer lo bueno, lo cual corresponde a lo lícito (halal), y en otros versículos antepone la interdicción de comer lo indebido a la prohibición de matar, para agravar así el hecho de la prohibición de lo prohibido, y para engrandecer la bendición de lo lícito, diciendo el Sagrado Corán:
¡Creyentes!: ¡No os comáis vuestras riquezas unos a otros fraudulentamente! (2:188), y diciendo en otro versículo: ¡No os matéis mutuamente! (4:29). 

En consecuencia, lo fundamental en relación a la comida es que sea buena, lícita, y esto constituye una obligación y un principio del Din o religión.

Segundo, deben lavarse las manos, porque no dejan de quedar sucias debido a dedicarlas a las actividades. Su lavado es lo más próximo a la pulcritud y a la salubridad.

Tercero, que se tenga la intención de fortalecernos con la comida para obedecer a Allah, exaltado sea, logrando así ser obedientes incluso en el comer. Y una de las exigencias de esta intención es que no se extienda la mano hacia la comida excepto cuando se está hambriento, siendo el hambre una de las cosas imprescindibles que deben anticiparse al comer. Luego, es necesario que cese de comer sin hartarse. El que realice esto no necesitará médico alguno.

Cuarto, que esté satisfecho con lo que tiene como provisión, y lo que se le presenta como comida.

Quinto, que se empeñe en que haya muchas manos a la comida (muchas personas a comer), aunque sean su esposa e hijos, porque “la mejor comida es en la que abundan las manos [los comensales]”, como dice un hadiz auténtico.

El correcto proceder (adab) en el momento de comer
 
Es que comience con el Nombre de Allah (diciendo Bismil-Lahir-Rahmanir-Rahim) al principio de la comida, y que concluya con la alabanza de agradecimiento al final (diciendo Al-Hamdu lil-Lah). Que esto lo haga en forma audible para recordar a otros. Que coma con la derecha, que el bocado sea chico, y que lo mastique bien. En tanto no trague lo que tiene en la boca que no tome otra cosa, porque esto es signo de precipitación en el comer. Que no deteste ninguna comida. El Profeta (BPDyC) no denigraba ninguna comida, y era que si le gustaba, la comía, y si no la dejaba. Que uno coma de lo que está más próximo a él. Que no vuelque en el pan con que está comiendo parte de la fuente de la comida, o de cualquier otro recipiente, sino que emplee sólo aquella porción de pan que realmente va a comer. Que no se limpie las manos con el pan. Que no sople sobre la comida caliente, sino que, por el contrario, espere que se haga fácil de comer. Que no junte en un solo plato los dátiles con los carozos de la comida, ni que los junte en su palma, sino que ponga los carozos de su boca en la palma de la mano, y luego que los tire. De igual modo se hará con todo lo que tenga carozos o restos. Que no deje en la fuente la parte que desdeña de la comida que ya haya tomado, abandonándola en la fuente, sino que lo aparte con los sobrantes, para que no se confunda otro comensal y se lo coma. Que no se exceda en beber en el transcurso de la comida, excepto si se atragantara con un bocado, o estuviera realmente sediento.

En cuanto al beber, su correcto proceder (adab) es que tome el vaso con su derecha, que diga Bismil-Lahi, que lo tome de a sorbos y succionándolo (sin sorber aire), y que no lo tome de un solo golpe. Que no beba estando de pie o acostado. Que observe el vaso antes de beber, y que no eructe (regüelde) o resople sobre el vaso, sino que si debe hacer eso que lo aparte de su boca diciendo la alabanza (Al-Hamdu lil-Lah) y que lo vuelva a su boca diciendo Bismi-Lah. Los recipientes de agua, y todo lo que se hace girar entre los comensales, se lo hará hacia la derecha desde el punto de comienzo. El Mensajero de Allah (BP) bebió leche cierta vez, mientras Abu Bakr estaba a su izquierda, y un beduino a su derecha, pero pasó el recipiente al beduino diciendo: “A la derecha por turnos”. Que uno beba haciendo tres intervalos para respirar, alabando a Allah en el último (diciendo Al-Hamdu lil-Lah al terminar), y nombrando a Allah en el primero (Bismil-Lah al comenzar).
 
Lo meritorio después de la comida 
Es que uno cese de comer antes de hartarse. Luego, que se lave las manos y que se monde los dientes... Que agradezca en su corazón a Allah, exaltado sea, por aquello que le ha dado a comer, y que considere la comida como una merced de El. Allah, exaltado sea, dice:  

¡Comed de todo lo bueno que os hemos dado en provisión y agradeced a Allah! (2:172).
 Si comiera de la comida de otros, que ruegue como enseñó el Profeta (BPCyD) así: “¡Allahumma! ¡Bendícelos en cuanto les has dado en provisión, perdónalos y se Misericordioso con ellos! Desayunó entre vosotros el ayunante, y comió vuestra comida el piadoso, y os bendicen los ángeles”. Que uno abunde en el pedido de Indulgencia y en entristecerse por haber comido quizás algo dudoso. Y es meritorio al final de la comida decir: “La Alabanza sea con Allah, Quien nos ha alimentado, dado de beber, satisfecho y protegido con Su hospitalidad”. 
 

Por:El Iman Al-Gazali
"Centro de Altos Estudios Islámicos" Argentina  

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