Ofrecer comida a los hermanos tiene un gran mérito. Dijo Alí(1): “Reunir a mis hermanos y ofrecerles una medida de comida es más amado por mí que liberar a un esclavo”. Ibn Omar(2), Allah se complazca de él, decía: “De la dignidad y generosidad del hombre es la buena provisión durante sus viajes, y erogar generosamente por sus amigos”. Los compañeros del Profeta (BP) o (Sahaba)(3)se reunían para recitar el Sagrado Corán, y no se separaban sin probar algo. Jaizamah, la Misericordia de Allah sea con él, disponía de dulces de dátiles y de la mejor comida, e invitaba a sus hermanos diciendo: “¡Comed pues no lo hice sino para vosotros!”.
En cuanto al adab (los modales espirituales) de la invitación a los hermanos en la fe, algunos procederes son respecto de los preliminares, y otros son respecto de la presentación de la comida. En cuanto a los preliminares, no es parte de la Sunnah (práctica profética) que uno vaya a ver a una gente acechando el momento en que ellos comen, y que llegue cuando están por comer. Esto es una acción imprevista y descortés, que ha sido prohibida. Dice Allah, exaltado sea:
No entréis a la casa del Profeta sin que se os haya permitido [invitado] a una comida, y [no lo hagáis] acechando que esté lista (33:53), es decir esperando el momento de que esté a punto.
En cambio, si uno estuviese hambriento y fuera a casa de alguno de sus hermanos a que le ofrezca de comer, sin que espere el momento en que él come, no habrá entonces nada malo en ello. Por el contrario, habrá auxilio para que su hermano obtenga la recompensa por darle de comer. Tal era la costumbre de los ancestros.
Si fuera allí y no encontrara al dueño de casa, y estuviese seguro de su amistad, conociendo su contento si comiera de su comida, debería comer sin ningún permiso. Porque lo que se pretende con el “permiso” es la complacencia del amigo hacia el amigo, y especialmente respecto de la comida y de darla, según sea nuestra capacidad.
Es posible que una persona manifieste y jure que consiente dar de comer, pero que por el contrario no esté de verdad complacida de ello. En tal caso comer de su comida es detestable. Y es posible que una persona ausente de su casa no haya manifestado su consentimiento, pero que comer de su comida sea deseable. Dice Allah Exaltado:
O sea vuestro amigo (24:61).
Dijo Al-Hasan Al-Basri(4): “El amigo es aquel en el que nuestra alma confía, y está a seguro de él nuestro corazón”. Muhammad Ibn Uasi’ y sus compañeros iban a visitar a Al-Hasan Al-Basri y comían lo que encontraban, sin permiso alguno. Cuando Al-Hasan volvía y los veía se alegraba de ello, y decía: “¡Así éramos [los discípulos del Profeta (BP)]!”. Unas personas fueron a casa de Sufián Al-Zauri y no lo encontraron. Abrieron la puerta y se pusieron a comer de las vituallas que llevaban para el viaje. Cuando Al-Zauri regresó comenzó a decir: “Me habéis recordado el proceder de los ancestros [los compañeros del Profeta (BPCyD)] ¡Así era!”.
En cuanto a la conducta espiritual correcta en la presentación de la comida a los hermanos, primero, debe dejarse de lado el gasto excesivo, y presentar lo que hubiese. Al-Fudail decía: “La gente se divide entre sí por el gasto excesivo. Unos invitan a sus hermanos y realizan para ellos una costosa comida, por lo cual después dejan de volver a verlos”. Parte de la erogación excesiva es que uno ofrezca todo lo que tiene, desposeyendo a su familia y dañando sus sentimientos. Algunos contaron: “Fuimos a ver a Yabir, la Misericordia de Allah sea con él, y nos ofreció pan y vinagre, diciendo: ‘Si no fuera que nos fue vedado erogar en exceso, lo hubiésemos cometido por vosotros’”. Abu Ua’il contó: “Fui con un amigo a ver a Salmán y nos ofreció pan de cebada y sal en granos. Entonces exclamó mi amigo: ‘¡Si la sal tuviese tomillo sería más rica!’. Salió Salmán y empeñó su lavabo de abluciones para poder comprar tomillo. Cuando hubimos comido, dijo mi amigo: ‘¡La Alabanza sea con Allah, que nos satisfizo con lo que nos dio en provisión!’. Expresó entonces Salmán: ‘Si te hubieses satisfecho con lo que te dio en provisión, mi lavabo no estaría empeñado’”.
El segundo proceder espiritual correcto es que el visitante no opine sobre la comida, y que no la mire con ojos sentenciosos. Es posible que al visitado le haya sido penoso presentarle esa comida. Si su hermano le da a elegir entre dos comidas, que elija de ambas la que le resulte a aquel más fácil o simple. Y si supiera que de elegir sería esto más hacedero para el anfitrión, y ello fuera facilitante para éste, que no deteste hacer la selección.
Algunos dijeron: “La comida es según tres tipos: Con los pobres, dándole preferencia a ellos; con los hermanos (en la fe, el resto de los musulmanes), para júbilo y gozo; y con la gente del mundo, con educación”.
El tercero de los modales correctos, es que el visitado o anfitrión, ansíe la visita de su hermano visitante, el huésped, y que le insista para la elección de lo que desea comer, estando de buen ánimo para hacer aquello que su visitante le pide. Esto es bueno, tiene una recompensa y un mérito muy grande. Al-Shaf’i, que la Misericordia de Allah Exaltado sea con él, se alojó en lo de Al-Za’farani, y éste escribía cada día en una cartilla aquel tipo de comida que se debía cocinar, y se la daba a una doméstica para que la haga. Entonces un día tomó Al-Shaf’i la cartilla, y añadió a ella otro tipo de comida. Cuando supo esto Al-Za’farani se alegró grandemente.
Cuarto modal correcto. Que el visitado no pregunte al que lo visita: “¿Quieres que te ofrezca algo de comer?” sino más bien es necesario que le ofrezca. Si el visitante comiera, bien, y si no, que lo retire.
Otras cuestiones. Primero. Poner la comida sobre una mesa facilita el comer, y no es nada detestable, sino que, por el contrario, es algo permitido, si ello no conduce a la soberbia y al engrandecimiento. En cuanto a lo que se dice que eso es una innovación en el Din, contestaremos que no toda forma nueva está prohibida. Lo que en realidad está vedado es lo que contradice una sunnah confirmada (una práctica firme del Profeta (BPCyD), o abole un mandamiento de la Ley, en tanto la causa de dicho mandamiento permanezca vigente. No hay en la mesa otra intención que elevar la comida sobre el suelo, para facilitar así el comer, o cosas afines, sin que haya en esto nada detestable.
Segundo. Comer y beber recostado es algo detestable y perjudicial para el estómago. Lo mismo que comer acostado.
Tercero. Es de Sunnah comer antes de la oración. En la tradición se dice: “Si coincidiera la cena con la salah (oración) nocturna, ¡empezad por la comida!”. Ibn Omar, la Misericordia de Allah sea con él, en una ocasión escuchó el recitado del imam (guía en la salah), y no se levantó de su cena.
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(1)Ali:( Ali ibn Abi Talib), fue el primo y yerno de Muhammad sws que gobernó durante el Imperio Rashidun de 656 a 661.
(2)Umar ibn al-Jattab,fue el primer califa que ostentó el título de Príncipe de los creyentes (أمير المؤمنين amīr al-mu'minīn). Instituyó la era de la Hégira, por la que se rige el calendario musulmán, con inicio el 16 de julio del año 622.
(3)Forman parte de los sahaba:
- Un grupo de diez compañeros cercanos de Muhammad, en el cual se incluyen los cuatro primeros califas (Abu Bakr, Omar, Otman y Ali);
- Los muhajirum, o sea, aquellos que dejaron Meca para instalarse en Medina, siguiendo el movimiento mogratorio conocido como Hégira;
- Los ansar, los creyentes de Medina;
- Los badriyun, los que lucharon en la Batalla de Badr
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