Posiblemente sea yo, el menos indicado para hablaros de el significado del RAMADAN, mes santo para todos los creyentes. Todos los creyentes practicantes en la Fe, saben o consideran conocer el verdadero significado de este sagrado mes. Pero permitirme que yo os hable desde mi entendimiento y mi corazón, que representa para mí.
Ciertamente que hablar es fácil, lo difícil es llevar la práctica de lo que nosotros mismos predicamos, todo y con esto os expongo mi sentir, y deseo de corazón que no hayan aludidos ni hermanos que se ofendan por estas palabras, sino todo lo contrario, que acabadas estas palabras, acabemos con un fuerte abrazo de buenos hermanos que caminan en la misma dirección.
Justo la semana anterior y al inicio de este mes sagrado que estamos viviendo, nuestro querido Imam, aya nos explicó que este mes santo, es explícitamente para recordar a los hermanos que no tienen que llevar a sus bocas. Y es cierto indudablemente, pero mientras mis ojos observan y mis oídos escuchan, como puedo esperar la noche para deleitarme con los jugosos alimentos que me esperan en la mesa.
Como puedo yo, olvidar todo lo que me rodea y dedicarme a disfrutar de tan deliciosos manjares, mientras mis hermanos de Siria están muriendo en las calles, asesinados por su propio gobernante. Como puedo olvidarme de mis hermanos libios, que están siendo masacrados por un loco gobernante al que nadie se atreve quitarlo directamente del poder.
Si esto es lamentable, más aún lo es, ver estas criaturas muriendo en las hambrunas, solos tirados sobre la arena del desierto, porque sus madres ya no tienen leche que darles, porque los padres son los primeros en quitarse de responsabilidades, porque su egoísmo les lleva ha creer que ellos están por encima de todos, negando así el alimento para sus hijos.
Cuantos padres hay en esta nuestra sociedad, que no estando ni en un desierto, anteponen su cerveza o su cajetilla de cigarrillos antes que una medicina indispensable para su hijo su hija. Más sin embargo los encuentras en las Mezquitas o en las arenas del desierto como que adoran a su Señor ¡a qué señor adoran!
En verdad, que con este ambiente, quien es capaz de tomar ricos manjares excelentes zumos de frutos variados y todo tipo de refrescos, si antes de que abra la boca ya han muerto dos hermanos nuestros, si aún no he tenido tiempo de bendecir todo cuanto conforma nuestro desayuno, que un loco y gobernante ha sacado a la calle sus malditos tanques y aplaste con ellos a mis hermanos¡
Es imposible que mi estomago pueda digerir ni una cosa ni la otra, ni los alimentos que yo pueda tomar, ni las vidas de mis hermanos que se pierden por no tenerlos, o las vidas de mis hermanos que luchan y mueren para que a mí no me falte de nada. Este no es mi sitio, mi sitio está con aquellos que no piensan en sí mismos sino en los demás.
Mi sitio está junto aquellos que lo comparten todo, aquellos que saben que nada es suyo que nada les pertenece, porque han entendido y comprendido la Palabra del Sagrado Qur’an, donde repetidamente se nos dice, que aquí, aquí solo estamos de paso, ¿porqué pues, te adueñas de todo? ¿Porqué te rodeas de propiedades, que tan solo te pueden servir para condenarte?
Al´lah, nos dice que hemos de ser felices, pero es que feliz se puede ser desde la más humilde pobreza, pero hay de aquel que se ha construido aquí su paraíso, porque lo que tenía que disfrutar ya lo ha disfrutado, y peor aquel que para conseguir su paraíso, a robado, a maltratado, violado las leyes llegando al asesinato, que disfrute su paraíso que pronto estará al filo del Infierno con un ángel detrás para empujarle.
Si bien comprendéis estas palabras, a bien seguro vuestra forma de pensar cambiará a todas, todas. Puesto que más vale vivir en la miseria, pero cerca de Al-lah, que en la abundancia pero teniendo de compañero a Saitán.
Porqué queremos privarnos de cosas que pueden ser esenciales, con tal de podernos construir una casa en el pueblo para cuando nos jubilemos. ¡Acaso estáis jugando ha ser dioses! ¿Cómo podéis saber si llegaréis a jubilaros, como podéis saber si llegareis a disfrutar de esta casa o castillo que os estáis construyendo en el pueblo?
Si obedecemos a nuestro Señor a medias, es peor que no obedecerle, porque un no, es un no, pero un puede, se le interpone el interés. Quiero decir, que si Al-lah en su momento decidió nuestra emigración hacia otros países, ¿porqué hay de pensar en el retorno al pueblo? ¿Acaso no es toda la tierra para el uso y disfrute del hombre? Si Al-lah te ha traído aquí es para que crezcas y disfrutes de tu vida aquí, por lo tanto haz que Al-lah te sonría.
¿Que como se puede hacer sonreír a Al-lah? Haciendo que tu Mezquita se haga cada vez mayor, que no pienses en ti como individuo sino como en comunidad. Quien no ha estado en un lugar desde el cual de noche, se ven las luces que iluminan las grandes ciudades, y si os fijáis bien, veréis algo en común en todas las ciudades del mundo, que hay algunos puntos oscuros. Cuando miréis desde lo alto de una montaña en la oscuridad de la noche hacia las grandes ciudades, debéis interpretar que cada luz en la oscuridad es un Musulmán, y que cada punto oscuro que observamos, es un vacío que dejamos para que el Saitán se acomode.
Nosotros somos Luz, y nuestra obligación es iluminar toda la tierra. ¿De que sirve una luz encerrada dentro de un armario? La luz es para llevarla al punto más alto con tal de iluminar lo mejor posible, ¿de qué nos sirve un musulmán encerrado en su casa? ¿Cómo va a expandir su luz? Quizás acabe apagándose.
Hermanos míos, hagamos de nuestras vidas, una oración continua, dejemos de soñar en grandezas, en querer regresar al pueblo del cual Al-lah te sacó, para que cuando te vean tus antiguos vecinos te digan; si Mohammed, si Samir, Si Malika, si Asma, que bien te bendice Al-lah.
Quien quiera construir una casa, que construya la casa de Dios, aportando lo posible para construir desde los cimientos la nueva Mezquita que tanto decimos querer. Quien tenga dos casas que venda una y quien tenga más que venda el resto, más si no puede satisfacer la venta que las alquile poniendo los beneficios en manos de Al-lah para la construcción de esa nueva Mezquita, que no solo de eso se trata, sino también de sacar a nuestros hijos de la calle, y lo que es peor, de la ignorancia, esa ignorancia de los padres que no cumplen como tales, porque si fuera así, nuestra comunidad no tendría tantos problemas ni tanta juventud que se nos pierde.
Gracias por escucharme y aguantarme, Assalam aleykum.
Autor:Muhammad Dus Vila (Musulman Español)
Autor:Muhammad Dus Vila (Musulman Español)
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